miércoles, 30 de julio de 2014

MASAJE MANUAL:

Masaje de Relajacion manual :

Los Multiples beneficios del Masaje.

Promocionado desde hace mucho tiempo como una manera de aliviar los esguinces musculares y promover la relajación, el masaje está siendo usado en la actualidad para aliviar algunos de los efectos secundarios del cáncer y de su tratamiento. Como terapia complementaria, el masaje mejora la circulación sanguínea, restablece la energía y mejora el bienestar emocional.
Quienes no aplican para hacerse un masaje?

Sin embargo, pacientes con ciertas enfermedades podrían ser perjudicados al recibir un masaje. Entre los que no deben hacerlo, se incluyen los pacientes con coágulos de sangre o un tumor o enfermedad activa en el área a ser masajeada. Los pacientes que toman anticoagulantes o aquellos que tienen una columna vertebral inestable u otras fracturas, un número bajo de trombocitos y ciertos trastornos sanguíneos no deben recibir un masaje de tejidos profundos. Otras afecciones, como fragilidad de la piel después de la radioterapia o quimioterapia, infecciones, metástasis óseas o exceso de líquido fuera de los pulmones, pueden requerir ajustes en los masajes. Un paciente no debe ser masajeado en la región de un tumor o ganglio linfático agrandado ya que se corre el riesgo de diseminar las células cancerosas.
Masaje Reductivo reafirmante :
Beneficios del Masaje reductivo.

Muchos luchan por reducir esas molestas zonas del cuerpo en que se acumulan los excesos de grasas. A primera vista esa meta parece imposible, si no se está horas y horas en un gimnasio, en algún tratamiento para el sobrepeso o viviendo el calvario de esas estrictas dietas extremas. Sin embargo, en el último tiempo, los masajes reductivos han cobrado relevancia entre quienes intentan reducir unos centímetros de su cuerpo.

Los masajes realizados por profesionales sumados a un cambio de hábito en la alimentación de los pacientes hacen presagiar un buen resultado, disminuyendo en ocasiones hasta 10 centímetros en las zonas tratadas.

Tipos de mecanismos reductivos.

Con el tiempo se han ido incorporando nuevas técnicas a las maniobras reductivas, sumando a los masajes los tratamiento con maquinas. Entre ellos se encuentran:

Fricciones: es el más superficial y consiste en deslizar la mano por la superficie. La presión es continúa en dirección centrifuga.

Amasamiento: Es una manipulación profunda, destinada a estimular el aparato neuromuscular. Se realiza levantando, desplazando y comprimiéndolas una contra otra las fibras musculares.




Pinzamiento: Este masaje consiste en golpear la masa muscular con las dos manos, tiene efecto excitante, mejorando la circulación y la nutrición muscular.

Vibraciones: Este masaje consiste en transmitir a la zona del cuerpo trabajada movimientos oscilatorios de máxima frecuencia.

Drenaje: Consiste en hacer llegar a los territorios linfáticos el exceso de líquido acumulado a través del cuerpo.
 

QUE ES EL DOLOR DE ESPALDA?

Descargar Pdf_DOLORES DE ESPALDA

ROTURA DE LOS MENISCOS:

El menisco es un cartílago situado en el interior de la articulación de la rodilla. Tiene forma semilunar y su principal función es aumentar la profundidad de la superficie relativamente plana de la parte superior de la tibia. El menisco distribuye las fuerzas transmitidas a través de la rodilla: soporta alrededor del 40% de la carga que recibe la articulación. Además interviene en la estabilidad a la rodilla.

 

ANATOMÍA

En la rodilla hay dos meniscos (interno y externo), que actúan como un cojinete entre el fémur y la tibia disipando la fuerza del peso corporal transmitida desde el muslo hasta la pierna. Esta capacidad del menisco para repartir la fuerza sobre las superficies articulares es importante porque protege al cartílago articular de un desgaste excesivo. Sin el menisco, la concentración de las fuerzas sobre un área de pequeño tamaño del cartílago articular puede dañar la superficie, conduciendo a su degeneración (artrosis). El menisco también aporta estabilidad a la articulación de la rodilla. Transforma la superficie tibial en una cavidad profunda. Una cavidad es más estable que una superficie plana. En ausencia del menisco, el fémur, con forma redondeada, podría deslizarse más libremente sobre la superficie plana de la tibia. El menisco puede romperse de varias formas. Puede desgarrarse todo el borde interno en lo que se denomina una "rotura en asa de cubo". También puede desprenderse un colgajo de su borde libre, o la rotura puede ser degenerativa, donde una porción del menisco está dañada y desgarrada en múltiples deirecciones.

CAUSAS

Las lesiones meniscales pueden afectar a cualquier edad, pero las causas son algo diferentes en los distintos grupos de edad. En los pacientes más jóvenes, el menisco es una estructura bastante resistente y elástica. Las roturas del menisco en pacientes menores de 30 años generalmente son el resultado de una lesión importante por torsión de la rodilla. Con frecuencia están relacionadas con alguna actividad deportiva. En las personas mayores, el menisco se vuelve más débil con los años. El tejido meniscal degenera y se vuelve menos resistente. Las roturas meniscales a estas edades pueden deberse a un traumatismo menor (por ejemplo, al levantarse de la posición de cuclillas). Las roturas degenerativas del menisco se ven con frecuencia como una parte integrante de la artrosis de rodilla en la población de más edad. En muchos casos, no se recuerda un traumatismo específico que haya roto el menisco.

SÍNTOMAS

El problema más frecuente que aparece con un menisco roto es el dolor. Este dolor puede percibirse en la línea articular (donde se sitúa el menisco) o puede ser más difuso y apreciarse en toda la rodilla. Si la parte rota del menisco es lo bastante grande, puede producir un bloqueo: esto es la incapacidad de extender la rodilla por completo. El bloqueo ocurre cuando el fragmento roto del menisco resulta atrapado dentro del mecanismo de bisagra de la rodilla impidiendo la extensión total (imagínese introducir un lápiz en la bisagra de una puerta e intentar cerrarla). También hay consecuencias a largo plazo de una rotura meniscal. El frotamiento continuo del menisco roto sobre el cartílago articular puede causar el desgaste y fragmentación de esta superficie, conduciendo a la degeneración de la articulación. La rodilla puede inflamarse con el uso y volverse rígida y tensa. Esto se debe a la acumulación de líquido sinovial dentro de la rodilla. No es específico de las roturas meniscales, sino que ocurre cuando se inflama la rodilla por cualquier causa.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico comienza con la realización de la historia clínica y la exploración. Con esto se trata de determinar dónde se localiza el dolor, si han existido episodios de bloqueo y si usted siente chasquidos o "clicks" al mover la rodilla. Las radiografías convencionales no sirven para ver un menisco roto. Sin embargo las radiografías sí son útiles para determinar si hay otras condiciones asociadas. La resonancia magnética nuclear ofrece una buena imagen del menisco. La máquina de la RMN utiliza un campo magnético en lugar de rayos X para mostrar los tejidos blandos del organismo. Con esta máquina, se pueden efectuar "cortes" precisos a través del área de interés. Generalmente se pide esta exploración para descartar lesiones de la rodilla como desgarros meniscales o ligamentarios. No requiere el uso de agujas ni contrastes y es indolora. Si tras la historia clínica y la exploración aún existen dudas, o si además de la rotura del menisco se sospechan otras lesiones entonces es conveniente realizar la RMN. Si la historia y la exploración sugieren fuertemente una lesión meniscal, puede realizarse una artroscopia para confirmar el diagnóstico y tratar el problema al mismo tiempo. La artroscopia es una intervención en la que se introduce una microcámara de fibra óptica en la articulación de la rodilla, permitiendo al cirujano ortopédico observar directamente las estructuras internas de la articulación. Realmente la artroscopia permite a su médico mirar dentro de la articulación y valorar el estado del cartílago articular, los ligamentos y los meniscos.

                                                    Cámara de artroscopia


Portales de uso más común
 
 

TRATAMIENTO

El tratamiento inicial de un menisco roto se dirige a reducir el dolor e inflamación de la rodilla. Su médico puede recomendarle que camine con muletas durante algunos días para mantener la rodilla en reposo y que le aplique hielo para reducir el dolor y la hinchazón. Si la rodilla está bloqueada y no se puede desbloquear, puede estar indicada la cirugía precoz para retirar la porción desgarrada y atrapada en la articulación. Una vez que se rompe el menisco, lo más probable es que no pueda cicatrizar por sí solo. Si los síntomas persisten, la cirugía puede estar indicada bien para extirpar la parte desgarrada del menisco o bien para repararlo. Hoy día la mayor parte de la cirugía meniscal se hace mediante artroscopia. Se realizan pequeñas incisiones en la rodilla para permitir la inserción de una pequeña cámara de televisión dentro de la articulación. A través de otra pequeña incisión, se introducen instrumentos especiales para retirar la porción dañada del menisco a la vez que se visualiza por el artroscopio lo que se va haciendo.

 
En ciertos casos los desgarros meniscales pueden repararse. El artroscopio se usa para ver el menisco roto; después se colocan suturas en el mismo para repararlo. La reconstrucción del menisco no es posible en todos los casos: los pacientes jóvenes con roturas meniscales recientes son los candidatos ideales para la reparación, mientras que las roturas degenerativas en pacientes de edad generalmente se consideran irreparables.


domingo, 1 de junio de 2014

LUMBALGIA,CAUSAS,SINTOMAS Y TRATAMIENTO:

¿Qué es la Lumbalgia?

Se define la lumbalgia como el dolor, de cualquier causa, en la zona del dorso, desde las últimas costillas hasta los pliegues glúteos. El dolor lumbar es muy frecuente; ocho de cada 10 personas padecen alguna vez al menos un episodio en su vida.
Es la principal causa de invalidez en las personas con edades comprendidas entre los 19 y los 45 años, y la segunda causa más frecuente de pérdida de días de trabajo por incapacidad en los adultos menores de 45 años (después del resfriado común).
El dolor lumbar se hace más frecuente a medida que se envejece. Afecta a la mitad de las personas de más de 60 años en algún momento. Su incidencia económica es considerable. De este modo, aunque el dolor lumbar rara vez es producido por enfermedades con riesgo mortal, es un problema de salud importante. Sin embargo, el número de lesiones en la espalda originadas en el lugar de trabajo está descendiendo, quizá porque existe un mayor conocimiento del problema y las medidas preventivas han mejorado.
La columna vertebral está constituida por los huesos de la espalda (vértebras), que están separados y protegidos por discos de cartílago que amortiguan los choques. Las vértebras también están cubiertas por una capa fina de cartílago, y se mantienen en su sitio por ligamentos y músculos que ayudan a estabilizar la columna vertebral. La médula espinal se encuentra rodeada por la columna vertebral. A lo largo de toda la médula espinal, los nervios espinales salen por los espacios localizados entre las vértebras y se conectan con otros nervios en todo el cuerpo. La parte del nervio espinal más próxima a la médula espinal se denomina raíz nerviosa espinal. Debido a su posición, las raíces nerviosas espinales pueden ser comprimidas cuando Ia columna vertebral es lesionada, lo cual produce dolor.
La parte inferior (lumbar) de la columna vertebral consta de cinco vértebras. Conecta el tórax con la pelvis y las piernas, y proporciona movilidad para girar, inclinarse y agacharse, además de fuerza para estar de pie, caminar y levantarse. De este modo, la región lumbar está implicada en casi todas las actividades cotidianas. El dolor lumbar limita o impide estas actividades y altera la calidad de vida.

 

Tipos de lumbalgia:

Podríamos dividir los tipos de lumbalgia en dos grandes grupos:

Lumbalgia específica:

Aquella en la que se llega a conocer la causa, lo cual sucede únicamente en el 20% de los casos. En el 5% de los pacientes, el dolor lumbar es síntoma de una enfermedad grave subyacente. Estas son las causas que se deben descartar en el servicio de urgencias.
En el 15% de los casos se trata de una alteración específica de la zona no grave.
A continuación se citan diferentes ejemplos de causas de dolor lumbar, que son enfermedades específicas con un tratamiento a su vez determinado:
  • La osteoartritis (artritis degenerativa) produce un deterioro del cartílago que cubre y protege las vértebras. Se cree que este trastorno se debe en parte al desgaste y el desgarro producidos por años de uso. Los discos localizados entre las vértebras se deterioran, estrechando los espacios y comprimiendo las raíces nerviosas espinales, y a veces se desarrollan proyecciones irregulares de hueso en las vértebras, que también comprimen las raíces nerviosas espinales. Todos estos cambios pueden producir dolor lumbar y rigidez.
  • En la osteoporosis disminuye la densidad ósea, provocando que los huesos sean más frágiles (más propensos a fracturarse). Las vértebras en particular son susceptibles a los efectos de la osteoporosis, lo que a menudo causa fracturas por aplastamiento (compresión), que pueden originar un dolor de espalda intenso y súbito, y compresión de las raíces nerviosas espinales (que pueden producir un dolor de espalda crónico). Sin embargo, la mayoría de las fracturas debidas a osteoporosis se producen en la parte superior y media de la espalda y causan dolor en esas zonas más que en la región lumbar.
  • Hernia o disco roto o herniado. Cada disco tiene una cubierta resistente y su interior es blando y gelatinoso. Si un disco es comprimido repentinamente por las vértebras que se encuentran por encima y por debajo de él, se puede desgarrar la cubierta (rotura), lo que causa dolor. El interior del disco puede abrirse paso por el desgarro de la cubierta, de modo que parte de su interior sobresale (se hernia). Esta protuberancia puede comprimir, irritar y hasta lesionar la raíz nerviosa espinal contigua a esta, lo que origina más dolor.
  • La estenosis vertebral (estrechamiento del canal medular, que atraviesa el centro de la columna vertebral y contiene la médula espinal). La estenosis vertebral, que en las personas mayores es una causa frecuente de dolor lumbar, se puede producir en personas de edad madura que tienen el canal medular estrecho de nacimiento.
El dolor referido (que se origina en otros órganos o partes del cuerpo) tiende a ser profundo, molesto, constante y relativamente generalizado (difuso). De manera característica, el movimiento no lo afecta y empeora durante la noche. Se puede originar en otra parte del cuerpo, como los riñones, la vejiga, el útero o la próstata, pero se siente en la parte inferior de la espalda.

Lumbalgia inespecífica:

Constituye el 80% restante. En estos casos no se llega a identificar claramente la estructura que origina el dolor. Es un proceso benigno de duración limitada, aunque recurrente, más frecuente en adultos de mediana edad y en mujeres. Los factores que con mayor frecuencia pueden desencadenar el primer episodio son: coger cargas, adoptar posturas incorrectas, las vibraciones, un bajo nivel de satisfacción laboral, factores psicológicos y el estrés.
Desde el punto de vista práctico se puede clasificar la lumbalgia como aguda (aquella con menos de 7 días de evolución), subaguda (entre 7 días y 7 semanas) y crónica (más de 7 semanas).
Además, hay que tener en cuenta otras enfermedades muy frecuentes que pueden provocar dolor lumbar.

Diagnóstico de una lumbalgia:

El objetivo principal cuando se valora al paciente es descartar aquellas causas graves cuya manifestación clínica sea dolor lumbar y que, aunque son infrecuentes, pueden requerir tratamiento inmediato (traumatismos, infecciones, tumores...). Para ello, se realizará historia clínica y exploración física, poniendo especial atención en la presencia de factores de riesgo que hagan sospechar un origen grave del dolor, que son:
  • Edad mayor de 55 años.
  • Diagnóstico previo de cáncer.
  • Diagnóstico previo de enfermedad sistémica grave.
  • Antecedentes de traumatismo espinal.
  • Historia de cirugía reciente (espinal o no).
  • Infección crónica pulmonar, urinaria o cutánea.
  • Consumo de drogas por vía parenteral.
  • Historia de inmunosupresión (trasplante, VIH, etcétera).
  • Tratamiento prolongado con glucocorticoides.
  • Duración del dolor superior a un mes.
  • Ausencia de alivio con reposo en cama.
  • Aparición de incontinencia urinaria o fecal reciente.
  • Hallazgos exploratorios:
  • Fiebre inexplicada.
    • Pérdida de peso llamativa inexplicada.
    • Masa abdominal.
    • Alteraciones neurológicas como pérdida de fuerza en miembros inferiores, incontinencia urinaria o fecal...
En función de la presencia o ausencia de estos signos de alarma, se puede clasificar al paciente en:

Paciente con sospecha de patología específica:

Se debe iniciar el estudio con una radiografía simple y una analítica. En función de los resultados y la sospecha clínica, se realizarán otras pruebas diagnósticas. Respecto a las pruebas de imagen, según la sospecha se realizaran radiografías, TAC, resonancia magnética u otras más específicas.

Paciente con lumbalgia inespecífica:

Aunque los datos disponibles para establecer pautas de actuación clínica son incompletos, por la escasez de estudios bien diseñados, en ausencia de sospecha de una etiología grave del dolor no se recomienda la realización de estudios de laboratorio (hemograma, velocidad de sedimentación, bioquímica y analítica de orina), pruebas de imagen (radiografía, resonancia o TAC) ni otras técnicas diagnósticas durante el primer mes de evolución, incluso en pacientes con sospecha clínica de hernia discal.
La mayoría de las personas aquejadas de dolor de espalda mejorarán en el plazo de un mes, con o sin tratamiento, por lo que el manejo inicial de un paciente con dolor lumbar agudo sin factores de riesgo asociados debe ser conservador, con objeto de conseguir un alivio sintomático. En el caso de que no haya mejoría con un tratamiento adecuado en ese periodo de tiempo, debería replantearse el caso y realizarse las pruebas complementarias oportunas.

Tratamiento de una lumbalgia:

Según el tipo de lumbalgia se tratará de la siguiente manera:

Lumbalgia secundaria a patología grave o específica:

Debe tratarse la causa, con el tratamiento especifico.

Lumbalgia aguda inespecífica:

La medida principal durante la fase aguda ha sido tradicionalmente el reposo absoluto en cama; sin embargo, estudios han demostrado que el reposo en cama de más de dos días resulta más perjudicial con respecto al dolor y a la incapacidad funcional que la actitud activa, por lo que se recomienda reanudar cuanto antes la deambulación y las actividades habituales (con excepción de los trabajos físicos pesados). Es conveniente una reeducación postural orientada a evitar las actividades y posturas que desencadenan el dolor.
El tratamiento farmacológico se basa en los fármacos analgésicos (paracetamol), antiinflamatorios y relajantes musculares (estos últimos, no más de dos semanas).
A partir de la segunda semana, debe recomendarse ejercicio aeróbico suave y, a partir de la cuarta semana, ejercicios de flexibilidad y fortalecimiento del tronco.
Si persisten los síntomas más de 4-6 semanas a pesar del tratamiento conservador, o la intensidad aumenta durante el mismo, es necesario volver a valorar al paciente de forma completa, realizando pruebas diagnósticas y tratamientos específicos, si lo precisa.

Lumbalgia aguda inespecífica recidivante:

Se debe tratar el episodio agudo de la manera indicada. Existe evidencia moderada a favor del empleo de ejercicio físico aeróbico, de flexibilidad y fortalecimiento del tronco como prevención a largo plazo para reducir los episodios de lumbalgia aguda.

Lumbalgia subaguda inespecífica:

Una vez completado el tratamiento de la fase aguda, se recomienda no dejar más tiempo del necesario el tratamiento analgésico. El ejercicio combinado con terapia conductual (cuidar las posturas sobre todo) ha demostrado una moderada eficacia en estos casos.

Lumbalgia crónica inespecífica:

Cuando el dolor perdura durante más de 12 semanas (tres meses), se establece el diagnóstico de dolor lumbar crónico. En estos casos, si la exploración física permite descartar una patología grave, no se recomienda ningún método diagnóstico salvo que se sospeche una causa específica.
El tratamiento tiene como objetivo conseguir que el paciente  tenga una actividad física normal. Los programas de ejercicios y las terapias de conducta han demostrado su utilidad; sin embargo, la fisioterapia (calor o frío, corsé, láser, ultrasonidos) no se recomiendan en estos pacientes. Para el dolor, se debe pautar analgesia a intervalos cortos de tiempo; los antidepresivos y relajantes musculares pueden ayudar a controlar este síntoma.
Medidas intervencionistas, como la acupuntura o los corticoides epidurales o intra-articulares, no han resultado eficaces. En determinados casos debe valorarse la posibilidad de derivar al paciente a unidades del dolor, para seguir tratamientos a largo plazo.
La cirugía puede ser una opción para casos de más de dos años de lumbalgia crónica en los que hayan fracasado todas las medidas conservadoras y exista una enfermedad degenerativa discal de uno o dos niveles.
En el manejo de estos pacientes es así mismo fundamental la prevención de la incapacidad por lumbalgia, para lo cual son útiles las siguientes estrategias: poner igual énfasis en aliviar el dolor que en recuperar la función, recomendar a los pacientes que continúen activos, desviar los recursos a modalidades de tratamiento activas (evitar masajes, rehabilitación pasiva, reposo prolongado, acupuntura, etcétera, pues no hay evidencia de su eficacia).

Recomendaciones para la lumbalgia:

En caso de sufrir lumbalgia, los siguientes consejos te ayudarán a sobrellevarlo y calmar el dolor:
  • Realizar ejercicio de forma regular.

  • Dos tipos de ejercicios pueden ser útiles: ejercicios aeróbicos (como la natación) y ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de determinados músculos (como hacer inclinaciones pélvicas y flexiones abdominales).

  • Evitar estar de pie o sentado durante períodos prolongados, así como las posturas o movimientos que generen dolor.

  • Mantener una buena postura cuando la persona está de pie o sentada.

  • Dormir en una posición cómoda sobre un colchón firme.

  • Aprender a levantar los objetos correctamente (doblar suficientemente las rodillas, de manera que los brazos se encuentren al nivel del objeto que va a ser levantado).

EJERCICIOS PARA PREVENIR Y ALIVIAR EL DOLOR DE CUELLO Y ESPALDA:

La espalda es una de las zonas del cuerpo humano de la que generalmente no se toma conciencia de su existencia hasta que comienza a doler. Quizás es durante una práctica deportiva, al día siguiente después de un esfuerzo como una mudanza o al mantener durante muchas horas una postura determinada. Además del cuello o región cervical, la columna participa en la formación de la espalda alta (a nivel de las escápulas) o espalda baja (en la zona lumbar).

Por qué duele la columna:

La columna vertebral no está preparada para la bipedestación, ni la posición sedente. Es decir que en el paso de la cuadrupedia a la posición erecta la fuerza de gravedad ha exigido más de lo que los huesos y articulaciones podrían soportar. Y esto genera, con el tiempo, dolor.
Otro de los principales motivos es la poca flexibilidad y elongación que se mantiene en las articulaciones y músculos del cuerpo, producto de la vida sedentaria, el uso de computadoras y la cultura del mínimo movimiento. Incluso las personas que practican algún deporte una o dos veces por semana se olvidan de elongar al final de su actividad física, con el riesgo de lesiones que eso genera.

Ejercicios para el dolor de espalda:

  • Acostado boca arriba, doblar las piernas y apoyar los pies en el suelo.
  • Desde allí, llevar una de las piernas al pecho, suavemente, mientras el otro pie descansa sobre el piso.
  • Cambiar de pie, apoyando el primero en el suelo y subiendo el segundo.
  • Asegurarse de no contraer hombros y cuello, el ejercicio debe ser relajado.
  • Luego, llevar ambas piernas al pecho dejando que la columna lumbar quede apoyada sobre el plano.
  • Realizar un pequeño balanceo desde esa posición, hacia adelante y atrás de modo que se masajee la cintura.
  • Luego, dejando ambos pies juntos y apoyados sobre el piso, llevar rápidamente las rodillas para un lado y el otro, lo más amplio que se pueda sin molestias.
  • Luego, dejar ambos pies separados uno del otro y apoyados en el suelo, y levantar la cola del piso haciendo fuerza con las piernas. Sostener algunos segundos, y bajar lentamente, desde arriba hacia abajo, de manera que lo último en apoyar sea el sacro.

Ejercicios para las cervicalgias:

La columna cervical es una de las zonas que más consultas generan a nivel traumatológico. Y la mayoría de las cervicalgias se pueden evitar. Para eso:
  • Sentado cómodamente, mover lentamente la cabeza como diciendo “sí”.
  • Luego, llevarla hacia un lado y otro como diciendo “no”.
  • También acercar la oreja al hombro del mismo lado, evitando levantar el hombro (el esfuerzo debe hacerlo la cabeza):
  • Finalmente, rotar varias veces hacia un lado y el otro.
  • Terminar la sesión de ejercicios con un suave masajito en la base del cuello.

Cómo hacer los ejercicios correctamente:

  • Si en algún momento del ejercicio se siente dolor, parar de inmediato.
  • Evitar hacer los ejercicios de cervicales parado, por si aparecen mareos o inestabilidad.
  • Realizar los ejercicios de espalda sobre una superficie firme, como una colchoneta o frazada.
  • La frecuencia recomendada es 5 veces cada uno, 2 veces al día, aunque si se siente que se necesitan más, no hay limitación de cantidad.

Consejos para disminuir el dolor de cuello y espalda:

  • Colocarse calor durante 20 minutos con una almohadilla eléctrica.
  • Evitar levantar cosas muy pesadas, si se puede arrastrar, ¿para qué levantar?
  • Acostumbrarse a estirarse cada mañana en la cama antes de levantarse.
  • Practicar algún tipo de elongación, streching o yoga.
  • Cuidar el uso de colchones y almohadas. Evitar dormir boca abajo y cambiar el colchón una vez que se ha vencido y perdió la resistencia y forma original.
  • Variar las posiciones de la cabeza y el cuerpo mientras se está sentado.
  • Generar constantes pausas durante el trabajo para poder pararse, caminar y estirar los músculos.
La columna vertebral es un bien muy preciado que requiere de atención y cuidados para evitar que duela. Muchas veces una pequeña molestia que es ignorada se transforma en una hernia de disco o un dolor muy agudo e incapacitante. Mejor prevenir que curar.

Para consultas escribir un comentario incluyendo mail.

DOLOR DE ESPALDA DE ORIGEN CERVICAL:

Se denomina cervicalgia al dolor localizado en la parte posterior del cuello, sobre la columna cervical. Ésta es una de las causas más frecuentes de consulta tanto en los servicios de urgencia como en las visitas al médico de cabecera o al traumatólogo.

Causas de la cervicalgia:

Existen múltiples enfermedades que pueden dar lugar a dolor en la columna cervical, pero las tres causas más comunes son la artrosis de las últimas vértebras cervicales, los traumatismos por accidente de tráfico y los deportivos y las enfermedades que cursan con contractura muscular.

Datos concretos:

Alrededor del 25% de los varones y el 34% de las mujeres han tenido alguna vez un episodio de cervicalgia en su vida. Hasta los 60 años, los cuadros de dolor en la columna cervical son más frecuentes en las mujeres, pero a partir de esta edad los términos se invierten y son los hombres los que los sufren en mayor proporción.

Profesiones relacionadas con el dolor cervical:

La existencia de dolor en la región cervical está muy relacionada con el tipo de trabajo que se realice. Es frecuente en profesiones muy sedentarias. Esta falta de ejercicio hace que los trabajadores tengan una musculatura muy débil en el cuello, resintiéndose con gran facilidad en cuanto se realiza un trabajo un poco más duro de lo habitual.
También es frecuente en aquellos oficios que exigen una gran sobrecarga de la musculatura cervical, debido a que trabajan muchas horas con el cuello inclinado hacia adelante. En este caso puede que la musculatura no sea débil pero el esfuerzo al que se le somete es mayor que su resistencia, apareciendo por ello el dolor. Ejemplo típico de estas profesiones son las mecanógrafas, las costureras y las personas que se encuentran en una cadena de montaje.

La edad como factor desencadenante:

La edad es un factor determinante en el origen de la aparición de dolor en la columna cervical, de tal modo que hasta un 85% de la población por encima de los 65 años está afectada de artrosis.
Los cambios artrósicos de la columna cervical en las primeras décadas de la vida son muy infrecuentes. Se podría afirmar que mientras que en gente joven o de mediana edad las causas de dolor cervical están muy relacionadas con los traumatismos y con las sobrecargas de la musculatura por la profesión o por problemas posturales, en la gente por encima de los 60 años la causa más frecuente de dolor es la artrosis cervical.

Los traumatismos:

  • La columna cervical es la región de la columna vertebral con mayor proporción de lesiones por traumatismos si se compara con las otras zonas de la columna. Este aumento de frecuencia parece estar relacionado con la gran movilidad de la columna cervical, su escasa protección, así como el gran volumen y peso de la cabeza. Los dos tipos de traumatismos más frecuentes en el cuello son los producidos por accidentes de tráfico y por accidentes deportivos:
  • En los accidentes de tráfico habitualmente se producen las lesiones de la columna cervical por dos mecanismos. Uno de ellos es la aceleración brusca, que se da cuando al encontrarse el coche detenido viene otro vehículo por detrás y le golpea. En este caso, la cabeza se mueve bruscamente hacia atrás y se lesionan todos los ligamentos y los músculos de la parte delantera de la columna. El segundo mecanismo lesional se produce cuando, estando el coche en marcha a gran velocidad, choca bruscamente contra algo, es por tanto un mecanismo de deceleración. En este caso, la cabeza se desplaza bruscamente hacia adelante y las lesiones se producirán en la parte de atrás de la columna. En muchos casos se dan los dos fenómenos, primero la cabeza va hacia adelante o hacia atrás para luego irse hacia el lado contrario, a esto se denomina lesión en latigazo por su semejanza al movimiento brusco del látigo. La evolución de estas lesiones es muy variable y depende de varios factores, entre ellos de la gravedad de la lesión que suele venir dada por la velocidad del impacto entre ambos coches. No es infrecuente encontrarnos con casos de esguinces cervicales (lesión de los ligamentos de la columna cervical) que continúan con molestias en el cuello durante un año o año y medio.
  • En los accidentes deportivos, sobre todo en la práctica de deportes de equipo. Especialmente graves son las lesiones producidas al tirarse al agua desde una gran altura, tanto en piscinas como en ríos con poca profundidad. El impacto de la cabeza con el suelo de la piscina o con alguna piedra produce una fractura en la columna, habitualmente a nivel de la quinta y sexta vertebra cervical. En algunos casos, el paciente queda tetrapléjico sin poder mover los brazos ni las piernas de manera irreversible, además presenta una pérdida de la sensibilidad en todo el cuerpo por debajo del cuello.

Síntomas:

El cuadro clínico de la cervicalgia suele ser de dolor en la nuca que se puede extender hacia los hombros y hacia la cabeza. El dolor puede aparecer de forma gradual, siendo al principio de baja intensidad para ir aumentando posteriormente. Otras veces, la aparición del dolor es repentina y muy intensa. El dolor puede acompañarse de chasquidos, sensación de peso, rigidez con movilidad limitada y a veces de sensación de hormigueo en los brazos y las manos.
El dolor suele mejorar con el reposo, aunque no es infrecuente que se empeore en la cama durante la noche. Cuando el origen del dolor está causado por alguna patología que comprime algunas de las raíces nerviosas que salen de la columna cervical, el paciente puede presentar una disminución de la fuerza a nivel de los músculos del brazo, antebrazo o mano, e incluso una disminución de la sensibilidad de alguna parte del miembro superior.

El síndrome de insuficiencia vértebro-basilar:

Mención especial merece el llamado síndrome de Barre-Lieou o síndrome de insuficiencia vértebro-basilar, más frecuente entre las mujeres y caracterizado por dolores de cabeza y dolor en el cuello con trastornos visuales y auditivos. A veces, el enfermo tiene una gran sensación de inestabilidad que hace que deba caminar agarrándose a los muebles o a otras personas debido al temor a caerse. Además de la inestabilidad, el paciente se queja frecuentemente de vértigos, acompañados de náuseas, sudoración y mal estado general. El cuadro suele aparecer o empeorar en situaciones de gran tensión emocional.
Este cuadro es producido por una importante disminución del flujo de sangre al cerebro originado por una obstrucción de las arterias vertebrales. Ésta puede ser debida a una deformidad de las vértebras o por giros de la cabeza que las colapsan. Hay que destacar que la artrosis por sí sola no produce estos síntomas tan aparatosos, por lo que se debe asociar a cuadros de mala circulación cerebral por arteriosclerosis.
Cuando la artrosis es muy severa o existe una hernia cervical, el paciente ademas del dolor puede presentar dificultades para caminar y alteraciones en el control de la orina o la defecación. Esto se dará sólo en casos muy avanzados a los que los enfermos no deben llegar sin haber sido vistos antes por el especialista.

Diagnóstico de los trastornos cervicales:

Las dolencias de la columna cervical se diagnostican fundamentalmente con las radiografías simples y con la resonancia magnética, esta última de extrema utilidad en esta zona.

Radiografías simples:

La radiografías simples dan información del estado en que se encuentra el hueso, pudiendo comprobar si existen grandes osteofitos (prolongaciones en forma de picos del loro) que puedan comprimir el esófago por delante o la médula por detrás.
También se puede observar si las pequeñas articulaciones entre una vértebra y otra están estrechadas e irregulares o si los discos son de una altura normal o han disminuido, indicando así una patología discal. Es muy importante comprobar la alineación de la columna cervical, verificando si existe una rectificación de la misma o una escoliosis.

Resonancia magnética:

Esta prueba proporciona información detallada acerca de la existencia de un problema a nivel del hueso de la columna cervical. Es muy útil, por ejemplo, para el diagnóstico de los tumores o infecciones vertebrales. Pero la gran utilidad de la resonancia es su capacidad para mostrar si existen problemas a nivel de los discos, como son las hernias discales o las protrusiones.
Además de decir si existe, muestra en qué grado la hernia está comprimiendo la médula o las raíces nerviosas. Esta información es vital a la hora de tomar una decisión en cuanto a si el enfermo precisa cirugía o no. La resonancia también sirve para comprobar el estado de los ligamentos, además de ofrecer imágenes de los músculos y tendones.

Tomografía axial computarizada:

La tomografía axial computarizada tiene menos aplicaciones en esta región que en la columna lumbar debido a que las imágenes obtenidas a través de la resonancia son de una mejor calidad en la columna cervical.

Enfermedades que originan dolores cervicales:

El dolor a nivel de la columna cervical puede tener origen en enfermedades generales que afectan a otras partes del organismo y que de forma añadida pueden lesionar la columna.

Enfermedades reumáticas :

Puede ser causa de dolores cervicales cualquiera de la gran cantidad de enfermedades reumáticas existentes, pero hay que destacar dos de ellas: la artritis reumatoide y la espondilitis anquilosante. Las enfermedades reumáticas afectan a múltiples articulaciones como son las manos, las rodillas o las caderas pero afectan especialmente a la columna y sobre todo a la columna cervical donde pueden llegar a destruir las articulaciones. El dolor aunque sea continuo puede tener épocas en que se incremente notablemente porque estas enfermedades tienen brotes de empeoramiento.

Infecciones:

Las infecciones producidas por gérmenes como el de la brucelosis, también llamada fiebre de malta, o el de la tuberculosis, suelen destruir los huesos de las vértebras. Los enfermos pueden sufrir grandes dolores y deformidades como las que se producen en el Mal de Pott. En los casos de infecciones de la columna, además del dolor muy intenso, suele haber fiebre y una gran alteración del estado general con pérdida de peso y palidez

Tumores:

Los tumores, aunque muy rara vez, también se pueden encontrar en la columna cervical. Dichos tumores pueden ser benignos o malignos. Los más frecuentes son las metástasis, que es la afectación de la columna cervical por la invasión de células que proceden de tumores malignos que se originan en otros órganos. Los tumores originales del hueso de la columna cervical son excepcionalmente raros.

Tratamiento:

El tratamiento del dolor cervical tiene como objetivo eliminar el mismo y disminuir la rigidez del cuello.
El 80% de las cervicalgias suelen mejorar en menos de tres semanas, independientemente del tratamiento que se aplique.
Algo que hay que destacar es que la problemática de origen psicológico y social del paciente puede ser causa de dolor cervical con gran frecuencia. Estos factores parecen influir más en los problemas de la columna cervical que en los de otras regiones de la columna. Es frecuente que el origen del dolor sea ocasionado por insatisfacción laboral, problemas familiares, problemas afectivos o depresiones. El tratamiento de los problemas de la columna cervical se debe basar en dos pilares, la medicación y la rehabilitación.

Tratamiento farmacológico:

El tratamiento farmacológico se centra en el consumo de analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos, así como en el tratamiento de la contractura muscular con relajantes musculares.

Tratamiento rehabilitador:

El tratamiento rehabilitador tiene varias funciones como son mejorar el dolor, recuperar la movilidad del cuello y potenciar la musculatura de la región:
  • Cuando el dolor es muy agudo se recomienda reposo en cama durante uno o dos días, hasta que cedan las molestias un poco.
  • El uso de collarín cervical es controvertido, existen especialistas a favor de su uso, otros en cambio están en contra. El collarín produce una inmovilización parcial de la columna cervical, impidiendo en gran parte el movimiento del cuello. Otra función es la de producir una ligera tracción que ayuda a relajar la musculatura y a descomprimir los nervios. No se recomienda su uso durante más de tres o cuatro semanas porque puede producir un efecto perjudicial ya que debido a la inmovilización de la columna se pierde una gran cantidad de musculatura, con la consiguiente debilidad y disminución de la resistencia que hacen que no se puedan realizar trabajos que sobrecarguen el cuello mínimamente.
  • Existen dos tipos de collarines. Uno es el rígido que está confeccionado de un material plástico duro y que inmoviliza muy bien el cuello pero es muy incómodo de llevar. El otro tipo es el collarín blando, fabricado en gomaespuma, menos rígido que el anterior y por lo tanto más cómodo de llevar, pero inmoviliza mucho menos.
El collarín puede llevarse continuamente o a tiempo parcial. El uso del collarín por la noche es a veces más efectivo que durante el día, porque impide que el cuello adopte posturas forzadas que pueden incrementar el dolor y la contractura.

Recomendaciones para un paciente con problemas cervicales:

  • Evitar posturas de flexión o rotación del cuello durante un tiempo prolongado, como por ejemplo: leer o estudiar con el libro apoyado en una mesa muy baja. Estas posturas se pueden evitar leyendo en asientos con reposabrazos o poniendo los libros en un atril en la mesa.
  • Elevar el ordenador o la televisión para que quede la pantalla a la altura de los ojos
  • Dormir en un colchón firme, aunque no rígido. Usar almohadas blandas y delgadas, de unos 20 centímetros de diámetro, aplastadas en el medio.
  • La mejor postura para dormir es boca arriba o de lado, evitando dormir boca abajo.